Las Geophytas (bulbosas en su uso común) son plantas que poseen órganos subterráneos que les sirven de reserva de nutrientes. Estos órganos -comunmente denominados bulbos, cormos, rizomas, o raíces tuberosas- conforman la parte esencial de estas plantas. Normalmente ellas suelen tambien perder su parte aérea durante las épocas desfavorables de crecimiento (en invierno o en verano, dependiendo de la especie) logrando sobrevivir al permanecer en reposo debido a las reservas almacenadas en sus organos subterráneos. Cuando las condiciones estacionales vuelven a ser favorables, dichas reservas dan pie para iniciar un nuevo ciclo de crecimiento.
La mayoría de las plantas bulbosas son fáciles de cultivar, tanto en tierra como en macetas y su atractivo radica en las variadas, vistosas y bellas flores que producen. Las hay de prácticamente todos los colores y formas. Junto a su valor ornamental la mayoría de ellas permanecen latentes en verano y se activan y florecen en los períodos mas fríos del año, coincidiendo con la provisión de agua que aportan las lluvias.
Nuestro vivero ha logrado reunir un numero considerable de plantas bulbosas, varias alcanzando ya la edad de producir flores (bulbos sobre 4 años).